Historias y panfletos
Los propagandistas actuales son enemigos de historiadores como José M. Siso Martínez
LUIS DANIEL ÁLVAREZ V. | EL UNIVERSAL
domingo 18 de mayo de 2014 12:00 AM
Razones para decir que el país atraviesa días aciagos no faltan; desde una dantesca represión, hasta una paulatina destrucción del Estado en la que los poderes públicos se solapan constantemente y legalizan el proceso de quiebre institucional.
Las sombras no terminan allí, sino que en los últimos días se ha exacerbado una tétrica intención de sustituir la educación como mecanismo de formación para establecer un conjunto de ideas tendientes a adoctrinar a los jóvenes. Novedosos y macabros mecanismos de control se fusionan con la descarada tergiversación de los contenidos históricos para crear un programa cuyo fin es justificar la forma en que se gobierna e incrementar el culto a la personalidad.
Esa manipulada visión de contenidos se evidencia claramente en los textos de Historia de Venezuela en los que el período democrático posterior a la lúgubre dictadura militar de Pérez Jiménez es visto de forma somera y con un marcado acento negativo, obviando los grandes logros experimentados.
Esa historia acomodaticia colisiona con la obra de hombres como el doctor José Manuel Siso Martínez, quien además de educador y abogado desempeñó diversos cargos políticos y que el pasado 12 de mayo cumplió 43 años de haber fallecido.
Poco se recordó la fecha. Los propagandistas actuales son enemigos de los verdaderos historiadores como el doctor Siso Martínez. De este gobierno es difícil esperar homenajes a un hombre del pensamiento como Siso. Sin embargo, el mayor reconocimiento debe ser leerlo y observar que mientras algunos se ufanan en crear falsos mitos y en tergiversar la tradición, existe la obra de hombres como José Manuel Siso Martínez que plasmó la esencia de Venezuela y narró con pasión sus luchas por la libertad.
luisdalvarezva@hotmail.com
Las sombras no terminan allí, sino que en los últimos días se ha exacerbado una tétrica intención de sustituir la educación como mecanismo de formación para establecer un conjunto de ideas tendientes a adoctrinar a los jóvenes. Novedosos y macabros mecanismos de control se fusionan con la descarada tergiversación de los contenidos históricos para crear un programa cuyo fin es justificar la forma en que se gobierna e incrementar el culto a la personalidad.
Esa manipulada visión de contenidos se evidencia claramente en los textos de Historia de Venezuela en los que el período democrático posterior a la lúgubre dictadura militar de Pérez Jiménez es visto de forma somera y con un marcado acento negativo, obviando los grandes logros experimentados.
Esa historia acomodaticia colisiona con la obra de hombres como el doctor José Manuel Siso Martínez, quien además de educador y abogado desempeñó diversos cargos políticos y que el pasado 12 de mayo cumplió 43 años de haber fallecido.
Poco se recordó la fecha. Los propagandistas actuales son enemigos de los verdaderos historiadores como el doctor Siso Martínez. De este gobierno es difícil esperar homenajes a un hombre del pensamiento como Siso. Sin embargo, el mayor reconocimiento debe ser leerlo y observar que mientras algunos se ufanan en crear falsos mitos y en tergiversar la tradición, existe la obra de hombres como José Manuel Siso Martínez que plasmó la esencia de Venezuela y narró con pasión sus luchas por la libertad.
luisdalvarezva@hotmail.com
MARTES, 8 DE DICIEMBRE DE 2009
Nuestro epónimo José Manuel Siso Martínez
José Manuel Siso Martínez, había nacido el 28 de julio de 1918 en Upata, la “rosa del bosque, rosa de la montaña” que cantara en sus versos nuestro epónimo. Medio siglo de existencia fue suficiente a Siso Martínez para construir un nombre sólido en la historia educativa del país, pero fueron cincuenta años dedicados al trabajo tesonero, al esfuerzo creador, a la forma intelectual y a la reflexión para comprender a Venezuela. En agosto de 1935 llegó cargado de ilusiones a Caracas, luego de tres días de viaje por la carretera del llano en un desvencijado camión. Pocos meses después moría “el bagre” y concluía así la autocracia petrolera.
El país iniciaba una etapa de agitación social y política y pronto el guayacitano se vio envuelto en “la atmósfera revolucionaria” incorporándose a uno de los partidos democrático-liberales de la época. Pero a la par de su militancia partidista, J.M. Siso Martínez concluye en 1943, paralelamente, estudios de docencia en el Pedagógico de Caracas obteniendo el título de Profesor en Historia y Geografía, y en la Universidad Central de Venezuela el de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales.
El país iniciaba una etapa de agitación social y política y pronto el guayacitano se vio envuelto en “la atmósfera revolucionaria” incorporándose a uno de los partidos democrático-liberales de la época. Pero a la par de su militancia partidista, J.M. Siso Martínez concluye en 1943, paralelamente, estudios de docencia en el Pedagógico de Caracas obteniendo el título de Profesor en Historia y Geografía, y en la Universidad Central de Venezuela el de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales.
Comprometido en el proceso que más tarde instauró el régimen democrático, J.M. Siso Martínez debió afrontar la cárcel y el exilio en México de donde regresa en 1958; de vuelta a Venezuela fue Ministro de Educación durante todo el quinquenio 1964-1969. Hizo obra significativa como autor de textos, pero también introyectando el nombre de Venezuela a sus alumnos y creando un cúmulo de ideas pedagógicas que bien pueden valorarse como una doctrina educativa para una sociedad democrática.
El Instituto Pedagógico de Miranda, que lleva el nombre de José Manuel Siso Martínez, es, como su epónimo, un nombre hecho entre las instituciones educativas de Venezuela.Núcleo de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, nuestro Instituto ha empezado a consustanciarse con las energías representativas del estado Miranda, pero en el cuadro de olas nuevas realidades del país, consideramos que requiere de ideas renovadoras que lo eleven a referencia deAlma Mater.
Nuestro Instituto Pedagógico de Miranda posee el recurso humano: docentes, administrativos, de servicio y estudiantes para alcanzar ese sitial. Faltaba un plan de trabajo que orientara las energías y el esfuerzo de la comunidad universitaria, y hoy esta misma comunidad puede elegir y aprobar el PROGRAMA DE ACCIÓN UNIVERSITARIA que estamos proponiendo para avanzar en nuestra tarea de compenetración en la cotidianidad del estado Miranda.
Manuel Carrero
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