Aqui estoy tranquila La danza de las horas llega La danza de la espera sigue. Yo soy la vida.

jueves, 18 de septiembre de 2014

El libro electrónico (e-book) "está" en lo virtual; por lo tanto es aparente y no real...Yo de eso no entiendo porque no hay nada más hermoso que leer con un libro entre las manos...

Esta es la cuestión

El libro electrónico (e-book) "está" en lo virtual; por lo tanto es aparente y no real

RICARDO GIL OTAIZA |  EL UNIVERSAL
jueves 18 de septiembre de 2014  12:00 AM
Llevamos 558 años de tradición lectora en libros de papel, desde que salieran las primeras páginas de la denominada Biblia de Gutenberg, por allá en 1456 (claro, eso sin contar con los manuscritos de mayor tradición en la historia; pero para entonces dichos escritos no llegaban a todos sino a una elite. Nos referimos acá a la denominada Galaxia Gutenberg). Desde entonces y hasta nuestros días, el ser humano se ha acercado al conocimiento desde lo libresco y esto se mantuvo incólume hasta la emersión de la era digital (hace pocas décadas). A partir de este punto de quiebre el libro comienza a cambiar de rostro, a transformarse en una suerte de hálito mágico que se "materializa" en un aparato y se des-materializa con sólo poner en off el soporte tecnológico. En otras palabras: el libro electrónico existe y no existe; es y no es. La gran incertidumbre filosófica de la humanidad: to be or not to be planteada hace siglos en el Hamlet shakesperiano. Ergo, "esta es la cuestión". 

No resulta baladí la polémica desatada en los círculos intelectuales del planeta, en torno a la desaparición del libro tal y como lo conocemos (ante el empuje arrollador de la tecnología), porque implica -nada más y nada menos- la puesta de la memoria histórica de la humanidad en otras manos, que aún no sabemos si son las mejores. Hasta ahora podemos recurrir a los incunables si deseamos indagar más allá de lo posible, y allí están frente nosotros: impertérritos, elegantes, sobrios, dispuestos a entregarnos su legado. A pesar de la inquina del tiempo, de los ácaros y el polvo, de la pátina erigida en decrepitud, el libro de papel se nos muestra en nuestra propia dimensión, sin más artilugios que los inherentes al deterioro traducido en finitud material. Pero ese libro hecho ruina sigue siendo libro y es corpóreo; es decir, existe, es, lo tocamos y sentimos; podemos palpar (y pasar) sus páginas, sopesar su tamaño y sus características físicas. 

En contraposición, el libro electrónico (e-book) "está" en lo virtual; por lo tanto es aparente y no real. Para quienes amamos el libro físico con su olor a papel recién cortado y a tinta fresca, el "otro" sencillamente no existe, no es; carece de la pequeña y gran particularidad del "ser" en el plano de lo físico y de la vida. El e-book es mera ficción y cae en el terreno de lo fantasmal e irreal. El libro electrónico (cuya denominación es inadecuada, porque bajo esa "forma" aparente el libro no existe, como queda dicho) no lo podemos tocar ni oler, porque oler el soporte que lo contiene no implicará jamás que lo hagamos con "él", ya que esto sería equivalente a creer que el maletín en el que transportamos al libro de papel, con su olor, color y peso, es en sí el libro al que contiene. 

El soporte electrónico produce o crea en nosotros el efecto de un libro, y accedemos a él (a esa "ilusión") sólo a través de la vista, perdiéndonos la estupenda experiencia de percibir el libro (y a la lectura) desde todos los sentidos. Cuando el soporte cesa (se agota la batería, se bloquea, se daña, o se "cuelga") cesa también el libro; y con él la magia y su peso en nuestras vidas. 

rigilo99@hotmail.com

@GilOtaiza

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