Aqui estoy tranquila La danza de las horas llega La danza de la espera sigue. Yo soy la vida.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Libros para niños editados por EKARE y notas sobre cómo se ilustran esas maravillosas ediciones compartidas por sus propios creadores: Chumba la cachumba, Colección Clave de sol, Estaba el señor Don Gato, Juguemos en el bosque, La pulga y el piojo, Mambrú se fue a la guerra, Yo tenía diez perritos

JUEVES, 30 DE OCTUBRE DE 2014


La tortilla corredora: Book trailer






Una tortilla muy traviesa logra escapar de una 
madre y sus sietes hijos
hambrientos. 
La huida no será fácil, pero, con mucha astucia 
y humor, esta historia
tradicional 
del sur de Chile tomará un giro inesperado. Para 
lograr las expresivas 
imágenes del libro, las ilustradora Scarlet Narciso 
mezcló técnicas
analógicas 
(gouache, acrílico y lápiz) con técnicas digitales. 
Este libro pertenece
a la 
colección Hojas sueltas y, como proviene de la 
tradición oral chilena,
es ideal 
para leer en voz alta. 

VIERNES, 17 DE OCTUBRE DE 2014


Creando un personaje: entrevista a Carmen 

Salvador

En esta oportunidad hablamos con Carmen Salvador, ilustradora de
los libros: 
Estaba el señor Don GatoEl rey mochoEl libro de oro de los niños
La gran montaña.

















Además de ilustradora, eres 
arquitecto. ¿Consideras que 
esta disciplina ha influido en 
tu trabajo de ilustración?

Muchísimo, porque la arquitectura 
tiene unas bases muy 
importantes para todas 
las expresiones artísticas, 
tanto para la pintura como 
para la ilustración.

¿Quién es el ilustrador que 
más te ha impresionado? 

Son muchos los ilustradores que han tenido influencia en mi trabajo.
Sin embargo, 
el ilustrador de Babar (Jean de Brunhoff) ha sido uno de los más
importantes. 
Ese libro (Babar, el elefante) lo leí muy pequeña, en casa de mis
abuelos, y 
desde entonces tuvo un gran efecto en mi trabajo. Todavía me pasa, 
cuando veo esas ilustraciones, que las siento contemporáneas, aunque 
fueron hechas hace muchísimos años. Eso me hace pensar a veces en lo 
que dijo el historiador de arte más importante del mundo, Ernst
Gombrich: en 
realidad, la Historia de Arte no existe, lo que existe son los artistas.

¿Las ilustraciones de libros para niños deben ir más allá del texto escrito?

La ilustración tiene el mismo peso que la palabra. Las ilustraciones deben
aportar con su propio lenguaje, para complementar la historia. De esta
forma, el lector puede producir también una tercera lectura... su lectura.

¿Qué es lo más difícil al momento de reflejar una personalidad narrativa 
en imágenes?

Lo primero, y lo más difícil, es lograr crear el personaje. El personaje debe
tener alma. Es importante transmitir que tiene un corazón, al igual que
una persona. Eso, para mí, es lo más difícil de lograr. Crear un personaje
con alma.

L'histoire de Babar, le petit éléphante

¿Cómo fue la experiencia de ilustrar Estaba el señor Don Gato?





Este libro lo hice en creyón sobre papel. Lo primero fue crear el
personaje de Don Gato. 
Este personaje tenía que tener un poco el estilo europeo, porque
es una 
canción de la tradición española. El señor Don Gato y su pareja,
la gata, 
están humanizados. Sobre todo, traté de hacer más énfasis en
el humor negro, 
porque como Don Gato se muere y resucita, necesitaba un
elemento humorístico, 
un poco negro, para recrear la historia.
      
Además de Estaba el señor Don Gato, también has ilustrado 
El rey mochoEl libro 
de oro de los niños y La gran montaña. ¿Cómo ha sido la 
experiencia de trabajar 
junto a Ediciones Ekaré?

El rey mocho tiene muchos años, fue mi primera experiencia en ilustración
de libros 
para niños. Ediciones Ekaré era apenas una casita al lado del
Banco del Libro, 
pero ya tenía una producción importante, de calidad, que a mí
me encantaba. 
En esa época, yo estaba en un proyecto de pintura, investigando
y exponiendo. 
Un día me acerqué a Ekaré con mi portafolio, me pidieron una prueba y 
comenzamos. Trabajé con Irene Savino, Verónica Uribe y con
Carmen Diana 
Dearden. Ellas confiaron en mi propuesta y siempre fueron muy
respetuosas 
con la parte creativa. El trabajo en Ekaré tiene la excelencia del
resultado, 
porque se hace con cariño, sabiduría y en equipo.



Entrevista realizada por Careny Galarraga. Caracas, martes 7 de 
octubre de 2014.

LUNES, 6 DE OCTUBRE DE 2014


La colección Clave de sol muestra sus páginas


Las ilustraciones que verás a continuación son una selección de las páginas 
internas de los libros. Ellas presentan cada una de las técnicas empleadas 
por sus ilustradores para crearlas. Disfruta la variación de métodos que ofrece 
el artista para contar historias que, desde 1993 hasta la actualidad, han 
formado parte de nuestros cantos.

La pulga y el piojo • Ilustraciones Víctor Pérez • 1993
Estas fueron hechas en acuarela. Destaca la manera en que, usando un pincel 
muy fino, Victor Pérez llega a definir detalles y texturas. 


Estaba el señor Don Gato • Ilustraciones Carmen Salvador  1993

Carmen Salvador escogió trabajar las ilustraciones con lápices de colores, 
resaltando 
el contorno de las figuras y añadiendo texturas con grafito. Esta técnica cercana 
a los niños entra en sintonía con la caracterización de los personajes y las 
composiciones naif. 


Yo tenía diez perritos • Ilustraciones Laura Stagno  2002

La ilustradora Laura Stagno trabaja con el collage. Cuando ilustró el libro, 
se había mudado recientemente a Tokio y supo aprovechar los nuevos tipos de 
papeles que ahora tenía a su disposición. Los "perritos" y demás elementos están 
dibujados y recortados sobre diferentes papeles -lisos o texturados- y encolados 
sobres fondos de papel de color plano o estampado.


Mambrú se fue a la guerra • Ilustraciones Gloria Calderón • 1996

Es el primer libro que ilustró Gloria Calderón. Hasta ese momento había hecho 
trabajos artísticos en varias técnicas del grabado. Aprovechó su experiencia 
con el linóleo para las ilustraciones de esta canción. Los originales son impresiones 
en linóleo de una tinta, el negro, y coloreadas en acuarela.



 Chumba la cachumba • Ilustraciones Carlos Cotte • 1995
Es el primer libro de Ediciones Ekaré donde el ilustrador utiliza técnicas digitales 
como una posibilidad más de su paleta. Carlos Cotte realizó los originales en 
goache con toques en lápiz de color y, unas vez escaneados, los retocó 
digitalmente añadiendo sombras, brillos y otros detalles.

Juguemos en el bosque • Ilustraciones Mónica Bergna • 2003
Fue el primer trabajo de ilustración de Mónica Bergna. Realizó las imágenes con 
una mezcla de pastel y creyón, resaltando algunos detalles con pequeños elementos 
de collage. Como soporte utilizó cartulinas con variaciones de azul de manera 
que acentuaran el paso del tiempo, del día a la noche. 


MIÉRCOLES, 1 DE OCTUBRE DE 2014


Book trailer: Chumba la Cachumba




¿Qué hacen los esqueletos cuando salen de sus tumbas? ¡Chumba la 
cachumba 
la cachumbambá!  Esta divertida canción para cantar y contar fue
ilustrada 
por Carlos Cotte en 1995. Utilizó goache con toques en lápiz de color 
y añadió sombras y otros detalles digitalmente. Este libro pertenece a la 
colección Clave de Sol, con la cual se quiso rescatar algunas de las 
canciones tradicionales más emblemáticas de la cultura hispanoamericana.

JUEVES, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2014


El Dueño de la Luz: sombras del Delta













Para ilustrar El Dueño de la Luz (adaptación 
de Ivonne Rivas, ilustraciones de 
Irene Savino), Irene Savino se embarcó 
en un viaje al Delta del Orinoco. Esta es 
parte de su testimonio sobre la experiencia 
de ilustrar un mito warao:

“Hay casos donde el ilustrador tendrá 
que recrear una historia que tiene origen 
en tiempos inmemoriales, ocurrida en 
un lugar lejano, cuyos protagonistas le son 
desconocidos. Una historia antigua que, 
antes de ser texto escrito, ha sido contada 
por los padres a sus hijos durante muchas generaciones para explicar 
el origen del mundo. 

Hace un tiempo ilustré 'El Dueño de la Luz', un mito warao sobre el origen 
de ese fenómeno natural. Inicié mi trabajo buscando información en libros 
y fotografías del Delta del Orinoco, manipulando objetos waraos y 
conversando 
con especialistas que habían trabajado en la zona. Pronto me di cuenta 
de que los materiales de referencia que había acumulado no me bastaban 
para encontrar las claves del tono visual adecuado para el libro. Para mí 
fue imprescindible viajar al Delta. 

Comienza el viaje

Buscaba información sobre la apariencia de las cosas: cómo es la vegetación, 
cómo es un palafito o una curiara. Toda esa información visual me fue muy 
útil para realizar los dibujos finales. Pero solo la experiencia directa de 
estar en el lugar donde transcurría la historia me permitió encontrar el 
registro adecuado donde desarrollar mis imágenes. Sin navegar durante horas 
por los caños, no hubiese podido pintar el agua. Sentir su fluidez. Ver cómo 
se colorea con todo lo que refleja, donde plantas, islas y nubes tienen su 
imagen análoga invertida. El cielo estaba sobre mi cabeza y también abajo, 
en el agua que surca la embarcación. Y fue allí donde identifiqué el patrón 
visual de sus ondas que finalmente derivó en la forma gráfica característica 
del libro que ilustré.


Matices nocturnos

Empapándome con cada chaparrón construí mi versión de ese entorno 
acuático, 
que es el escenario de la cultura de los waraos. 'El Dueño de la Luz' se inicia 
en una noche eterna, en un tiempo donde no hay día ni noche. La oscura 
noche del Delta me permitió ver la gama de grises y sus contrastes 
definiendo el paisaje nocturno. Negro intenso en las siluetas de las islas, el 
gris oscuro en el agua y gris medio en el cielo. Esa gradación tonal, 
trasladada al color, pasó a mis ilustraciones. 


Un mundo tejido y suspendido

Al igual que en la historia que estaba ilustrando, en sus palafitos no existen 
objetos que para nosotros son tan comunes como las sillas, mesas o 
camas. No los necesitan ya que tienen en el chinchorro un único y 
polifacético mobiliario que les sirve para sentarse, cocinar, comer, dormir 
y que finalmente, los amortaja al morir. No hay armarios para guardar 
sus enseres. Tejen cestas iguales al mapire de la muchacha del mito 
de 'El Dueño de la Luz'. Tampoco tienen luz eléctrica para alumbrarse de noche.


Al hacerse de noche, desde mi chinchorro podía ver la imagen 
fantasmal de los hombres warao desplazándose por los palafitos con 
luces sobre las cabezas. Como mineros, llevaban cascos con linternas, 
adquiridos en algún mercado de Tucupita tras vender sus artesanías. 
En una radio a pilas del palafito vecino al mío sonaba una música. 
Eran Simon & Garfunkel con su canción Bridge Over Troubled Water 
que paradójicamente sentí familiar". 




Tomado del artículo: "Una extranjera entre islas y palabras". Irene Savino. Enlaces con la crítica
No. 11, enero-mayo, 2005. Banco del Libro.

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