viernes, 22 de agosto de 2008
Tomado del blog de Bruno Mateo
Literatura en Venezuela escrita por mujeres.
Siglo XIX
El poema “Anhelo” (En Las cien poesías líricas venezolanas. 1943,
2da. Edición. Pedro Barnola- compilación-) de María Josefa de la Paz
y Castillo, sor María de los Ángeles en el convento, es el único
testimonio literario documentado de una mujer venezolana del
siglo XVIII. Roberto Lovera De Sola (1990:49) señala que fue recopilado
por Julio Calcaño en El Parnaso Venezolano (1892) y aporta que
fue hija de Blas Francisco de la Paz y Castillo y Juana Isabel Padrón,
nacida en Baruta (hoy Caracas) en 1765. Ingresó en 1790 en el
convento de Caracas de la orden de las Carmelitas Descalzas y
profesó en 1792. Probablemente estaba viva en 1812 pues se le
atribuye el poema “El terremoto”. Lovera de Sola (1990:58) da cuenta
también de la existencia de algunos versos escritos durante su prisión
en Cumaná por María Josefa Sucre Alcalá, hermana de Antonio José
de Sucre, enviados al capellán de Boves implorando su libertad.
Fue sor María de los Ángeles “la primera poetisa venezolana de la
colonia- dice Luz Machado (1916-1998)- y a quien habría de reconocer
como la raíz histórica de nuestra intransferible gracia poética”
(Salas: 1989:11). Sin comentar la “gracia” de la que habla Luz Machado,
este poema, dato aislado en 300 años, algo nos dice. Podemos leerlo
siguiendo las reflexiones de Francoise Collin (1995) como la huella
de aquello que “memoria de lo innombrable” frente a la marca de
“la historia de lo que se nombra”. Su aislamiento y la dispersión de otros
poemas quizás escritos por esta monja caraqueña se presentan como
huellas también de un silencio o camino propio que incluye a las
escritoras venezolanas en la genealogía de una lucha expresiva común
al género y presente en todos los contextos. Porque las mujeres en
Venezuela, aún cuando oficialmente no se haya reconocido o simplemente
no se haya insistido demasiado en ello, han trazado un camino paralelo
en muchos órdenes de lo público.
Tomado de: Yolanda Pantin y Ana Teresa Torres: El hilo de la voz.
Antología crítica de escritoras venezolanas del siglo XX. Fundación Polar.
Angria Ediciones. Caracas, 2003
El poema “Anhelo” (En Las cien poesías líricas venezolanas. 1943,
2da. Edición. Pedro Barnola- compilación-) de María Josefa de la Paz
y Castillo, sor María de los Ángeles en el convento, es el único
testimonio literario documentado de una mujer venezolana del
siglo XVIII. Roberto Lovera De Sola (1990:49) señala que fue recopilado
por Julio Calcaño en El Parnaso Venezolano (1892) y aporta que
fue hija de Blas Francisco de la Paz y Castillo y Juana Isabel Padrón,
nacida en Baruta (hoy Caracas) en 1765. Ingresó en 1790 en el
convento de Caracas de la orden de las Carmelitas Descalzas y
profesó en 1792. Probablemente estaba viva en 1812 pues se le
atribuye el poema “El terremoto”. Lovera de Sola (1990:58) da cuenta
también de la existencia de algunos versos escritos durante su prisión
en Cumaná por María Josefa Sucre Alcalá, hermana de Antonio José
de Sucre, enviados al capellán de Boves implorando su libertad.
Fue sor María de los Ángeles “la primera poetisa venezolana de la
colonia- dice Luz Machado (1916-1998)- y a quien habría de reconocer
como la raíz histórica de nuestra intransferible gracia poética”
(Salas: 1989:11). Sin comentar la “gracia” de la que habla Luz Machado,
este poema, dato aislado en 300 años, algo nos dice. Podemos leerlo
siguiendo las reflexiones de Francoise Collin (1995) como la huella
de aquello que “memoria de lo innombrable” frente a la marca de
“la historia de lo que se nombra”. Su aislamiento y la dispersión de otros
poemas quizás escritos por esta monja caraqueña se presentan como
huellas también de un silencio o camino propio que incluye a las
escritoras venezolanas en la genealogía de una lucha expresiva común
al género y presente en todos los contextos. Porque las mujeres en
Venezuela, aún cuando oficialmente no se haya reconocido o simplemente
no se haya insistido demasiado en ello, han trazado un camino paralelo
en muchos órdenes de lo público.
Tomado de: Yolanda Pantin y Ana Teresa Torres: El hilo de la voz.
Antología crítica de escritoras venezolanas del siglo XX. Fundación Polar.
Angria Ediciones. Caracas, 2003
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