Soy profana

Soy Profana.
 Soy profana ¡Señor! Asi lo sienti
y expreso en palabras lo que pienso
Estoy cansada de oir cosas tan raras
como...Dios te castigue por tus faltas.

Como mienten. ¡Señor y te calumnian
y hablan en tu nombre con descaro.
Ofecen salvación a todo precio,
parecen vendedores de un mercado.

Y caminan airosos y de orgullo llenos.
Altivos. Vestidos  de oropeles,
van diciendo: ¡Señor! que a tu amor
ellos son fieles.

¡Señor! Yo soy profana.
Pero no acepto que tu luz apaguen
los que gritan muy alto que te aman
y matan y calumnian a su hermano

No matan con cuchillo ni disparan.
No usan el cañón, tampoco espada.
Pero usan la voz y la mirada que
son dos armas peligrosas, malas.

Usadas sin amor, matan y matan.
Por lo que digo, soy profana.
Yo lo acepto.
Pero sigo expresando mi concepto.
Dios es la luz que alumbra el universo.

Dios es amor y ternura infinira.
Dios es principio. Es ley, causa y efecto.
Dios es la paz y el bien.
Yo soy profana, lo afirmo en este verso.

Y no grito ¡Señor! Tan sólo esribo.
Tengo en silencio el alma conmovida,
por los seres que hablan de castigo
sembrando angustias, temores y no trigo.

Tú nos diste ¡Señor! las alegrías.
Un algo poderoso, Don de vida.
Tú nos das el amor a toda hora
en el mar, en el viento y en las hojas.

Y sentimos tu bien en la mañana
cuando abre el sol sus ojos claros.
En el ruido sutil de la cascada
y en el niño pequeño que acunamos.

Y sentimos tu bien cuando nos besan
y cuando estamos solos y pensamos,
Y cuando por un hecho alegre,
con pan y vino por el bien brindamos.

Yo me siento feliz de ser profana
Escribir y cantar tu poesía
y saber en conciencia que me amas
y que jamás tú me castigarías.

Porque tienes de amor los ojos llenos
con ternura de niño y de cordero.
Porque son tus ojos dos luceros
que alumbran a los hombres el camino.

Soy profana
Alumbra mi sendero