Notas actuales que enriquecen el blog de Lucy...la maestra.
El Congreso Interamericano de Educación Católica en Brasil recibe un vídeo mensaje del Papa donde les anima a educar como lo hizo Jesús
El papa Francisco invita a los educadores a crear una cultura del encuentro entre los jóvenes, en el vídeo mensaje enviado a los participantes del XXIV Congreso Interamericano de Educación Católica en Brasil, que se celebró en San Pablo del 13 al 15 de enero. De este modo, el Santo Padre saluda a los docentes de América organizados por la Confederación Interamericana de Educación Católica. Y les agradece lo que hacen por la educación, “es probablemente uno de los desafíos más grandes”.
Al respecto, advierte que “el pacto educativo está roto”. Del mismo modo explica que la educación, en un mundo donde al centro de la organización mundial no está el hombre sino el miedo, “se está volviendo cada vez más elitista la educación” e incluso, observa Francisco, “nominalista, en el sentido de darle contenidos de nociones, de manera que no completa todo lo humano porque la persona, para sentirse persona, tiene que sentir, tiene que pensar, tiene que hacer”.
En esta misma línea, el Pontífice reconoce que el trabajo de los profesores, “es muy grande” pero que a la vez “son los que sufren, en general, la injusticia más grande, son los peores pagados, o sea, no hay conciencia del bien que puede hacer un educador”.
Por eso, pide abrir el plano de la educación hacia la cultura del encuentro, “que los jóvenes se encuentren entre ellos, sepan sentir, sepan trabajar juntos, sean de la religión que sean, sean de la etnia que sean, de la cultura de la cual vengan, pero juntos por la humanidad”.
En su mensaje, el Santo Padre pide a los profesores que “sigan adelante, que no se cierren a nuevas propuestas, a propuestas audaces de educación.” Y les pide que busquen siempre la cultura del encuentro, no del desencuentro o de la no integración, de la exclusión, “donde solamente una élite, a través de una educación selectiva, va a tener el poder el día de mañana o el día de hoy mismo”.
Finalmente, el Santo Padre les recuerda que ser educador es lo que hizo Jesús: “nos educó”. Y explica que “contra todo un sistema educativo, de los doctores de la Ley, de la rigidez” Jesús nos educa en dos columnas muy grandes: “las bienaventuranzas”, y el protocolo sobre el cual vamos a ser juzgados, “que está en Mateo 25”. Con eso destruyó, advierte al concluir su discurso, todo un sistema educativo basado en normas y en preceptos.
Al respecto, advierte que “el pacto educativo está roto”. Del mismo modo explica que la educación, en un mundo donde al centro de la organización mundial no está el hombre sino el miedo, “se está volviendo cada vez más elitista la educación” e incluso, observa Francisco, “nominalista, en el sentido de darle contenidos de nociones, de manera que no completa todo lo humano porque la persona, para sentirse persona, tiene que sentir, tiene que pensar, tiene que hacer”.
En esta misma línea, el Pontífice reconoce que el trabajo de los profesores, “es muy grande” pero que a la vez “son los que sufren, en general, la injusticia más grande, son los peores pagados, o sea, no hay conciencia del bien que puede hacer un educador”.
Por eso, pide abrir el plano de la educación hacia la cultura del encuentro, “que los jóvenes se encuentren entre ellos, sepan sentir, sepan trabajar juntos, sean de la religión que sean, sean de la etnia que sean, de la cultura de la cual vengan, pero juntos por la humanidad”.
En su mensaje, el Santo Padre pide a los profesores que “sigan adelante, que no se cierren a nuevas propuestas, a propuestas audaces de educación.” Y les pide que busquen siempre la cultura del encuentro, no del desencuentro o de la no integración, de la exclusión, “donde solamente una élite, a través de una educación selectiva, va a tener el poder el día de mañana o el día de hoy mismo”.
Finalmente, el Santo Padre les recuerda que ser educador es lo que hizo Jesús: “nos educó”. Y explica que “contra todo un sistema educativo, de los doctores de la Ley, de la rigidez” Jesús nos educa en dos columnas muy grandes: “las bienaventuranzas”, y el protocolo sobre el cual vamos a ser juzgados, “que está en Mateo 25”. Con eso destruyó, advierte al concluir su discurso, todo un sistema educativo basado en normas y en preceptos.